martes, 10 de noviembre de 2015

Empanadillas horneadas

  • 12 obleas grandes de empanadilla (vienen 16 en el paquete)
  • 2 huevos L cocidos
  • 1 lata de bonito del norte en aceite de oliva
  • 30 gr aceitunas manzanilla sin hueso (1/2 blister)
  • 2 cdas tomate triturado o frito
El relleno es lo de menos. Le podemos meter casi cualquier cosa: pollo al curry, manitas de cerdo, txipirones en su tinta, crema pastelera, etc.

La masa, pese a ser un medio hojaldre, la podemos sustituir por masa de empanada, quedándonos un más que buen resultado y aprovechando el aceite de la conserva para hacer nuestra masa.

Para cocer los huevos hay distintas formulas. La que acostumbro a usar es sumergir los huevos en agua fría, con un poco de sal y vinagre, y llevarlos a ebullición. Coceremos los huevos durante 8 minutos y, tras pasarlos por agua fría, los pelaremos inmediatamente. La cascara del huevo, como ya debiéramos saber, es porosa, así que estamos salando el huevo durante la cocción. El vinagre lo incorporamos para matar las bacterias que tenga la cascara, pero solo añadiremos un chorrito para que no penetre su sabor en el huevo.

En un bol, mezclamos todos los ingredientes bien picados y escurridos. El exceso de líquido de nuestro relleno podría humedecer la masa. Este relleno lo repartiremos por nuestras obleas, colocando un poco en el centro de cada una y, aprovechando el papel que las acompaña, envolviendo el relleno con la masa, que cerraremos con ayuda de un tenedor. Como no las vamos a freír, no es tan grave si se nos agujerean al cerrarlas. Como mucho se secará nuestro relleno en el horno.

Extendemos nuestras empanadillas sobre una sabana de silicona o papel encerado, o con el propio papel que las acompaña, y las colocaremos sobre una bandeja de acero inoxidable. El material de la bandeja influirá en el resultado, por la conductividad calorífica de los materiales, obteniendo un dorado, tal vez extremo, si usamos una bandeja de aluminio. Así mismo, y por la misma razón, no usaremos papel de aluminio para dar base a nuestras obleas, entre otros motivos porque se nos pegaran al aluminio, por mucho que lo engrasemos.

En entradas anteriores hemos aprendido como funciona nuestro horno, así que asimilando lo que ya sabemos y pretendiendo que queden doradas tanto por encima como por debajo, sin tener que darles la vuelta, colocaremos nuestra bandeja en una posición inferior de las vías de las que dispone nuestro horno. Cuanto más abajo alojemos nuestra bandeja, más se dorará por debajo y menos por encima (esto último siempre se puede corregir). Así mismo, sabemos que si pintamos nuestra masa con leche, huevo o yema de huevo obtendremos un mayor dorado (cada pringue obtiene un resultado diferente, siendo el más liviano la leche y el más intenso la yema).

Precalentamos el horno a 180ºC con aire, quitando el aire cuando vayamos a hornear. Esto lo hacemos porque es más barato y rápido hornear con aire que sin él. Podemos probar a hornear con aire, pero habrá que restar 20ºC a nuestras temperaturas. Introducimos, como digo, nuestras empanadillas, pintadas con leche solo por encima, en una altura inferior y horneamos nuestras empanadillas durante 18 minutos y 2 minutos más a 200ºC. Sacamos las empanadillas y las dejamos templar sobre una rejilla, para que se ablande la corteza.

Se habrán hinchado y dorado ligeramente. Si nos interesa un tono más intenso, habrá que jugar con la altura de nuestra bandeja, material de la misma y pringue de la parte superior. Incrementar la temperatura o el tiempo de horneado puede secar nuestra empanadilla. En cualquier caso, recordad que la silicona no soporta ni grill ni temperaturas superiores a 230ºC.

Receta obtenida de Trasteando en la cocina, que pretenden ser recetas para Thermomix, pero que en este caso no la encuentro por ningún lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario